El Instituto de Estudios Económicos ha analizado el impacto económico de la crisis dela COVID-19, en el que apunta que la caída del PIB proyectada para 2020 puede superar el 10%, mientras que el descenso del empleo se situaría en el entorno del 12%.
El análisis del IEE gira en torno a un modelo de impacto sectorial. Esto permite estimar la caída de la producción en cada uno de los distintos ámbitos de producción empresarial y, además, permite conocer el efecto de cada caída en los demás sectores, explorando así los lazos que unen a los sectores económicos de forma directa, indirecta e inducida.
El informe estima que las medidas económicas que ha anunciado el Gobierno tendrán un impacto de 69.957 millones de euros, como resultado de distintas propuestas que generarán menos ingresos o más gastos para las AAPP.
De todas las medidas anunciadas, las que tienen un impacto más positivo son los créditos avalados por el ICO (pueden salvar hasta el 8,6% del Valor Añadido Bruto creado por el PIB, manteniendo así 1,7 millones de empleos).
También los ERTE pueden tener un impacto favorable, pero todo dependerá de su extensión: zanjar su validez en verano aumenta el VAB un 1,9% y mejora los datos de paro en 377.000 ocupados, pero extender su aplicación hasta diciembre permite un impacto mayor en el VAB (4,6%) y el mercado laboral (906.000 empleos). Esto implica que medio millón de empleos sujetos a un ERTE se perderán si los plazos del Gobierno no son flexibles. De momento, el plazo de expiración de los ERTE está en el 30 de junio, aunque el Gobierno ha abierto la puerta a ampliarlo.