Uno de los mayores enemigos de la regulación inteligente es la multiplicación de normas en niveles administrativos equivalentes. El riesgo de la disparidad de criterios existe y el ámbito del alquiler de viviendas para uso turístico está siendo un ejemplo.
La regulación de este sector está poniendo encima de la mesa uno de los peligros de la adaptación a los cambios derivados de la introducción de la llamada economía colaborativa y es que hay numerosas administraciones de distintos niveles regulando al mismo tiempo sin que se consensúen no ya las normas sino los criterios y principios que las inspiran.
La situación es tal que el Presidente de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha hecho un llamamiento abogando por “la vía del diálogo” y en pos de la “unificación de criterios”.
Marín Quemada aprovechó la inauguración de las Jornadas Nacionales de Defensa de la Competencia y Mejora de la Regulación para señalar lo delicado de la situación, “en un momento de tránsito de una realidad que no es que esté por venir, sino que está ya instalado con naturalidad en los mercados de toda Europa”.
“Tenemos una realidad incuestionable, constitucionalmente aceptada que son las 17 comunidades y las dos ciudades autónomas”, dijo, apuntando a la necesidad del consenso como la mejor salida a una situación delicada: “Nosotros lo que tratamos es de empujar para la unificación de criterios entre unas y otras”, lo que definió como “uno de nuestros objetivos principales“.