El Banco Mundial ha publicado un interesante informe sobre la incidencia del riesgo regulatorio en la captación de inversión extranjera directa. El estudio presenta un análisis del grado de inseguridad jurídica presente en el marco normativo de distintos países, tomando como referencia características como la transparencia, el grado de protección ofrecido a los sectores afectados por cambios normativos o la capacidad de recurso de la que disponen los operadores afectados por modificaciones regulatorias que perjudican el curso de su actividad inversora.
Las tres dimensiones de la medida del riesgo regulatorio pueden interrelacionarse, lo que demuestra que los países con mayor grado de protección al inversor presentan asimismo unos resultados más satisfactorios en lo referido a la transparencia de sus procesos regulatorios, así como mecanismos de recurso más avanzados y efectivos para la resolución de controversias. El estudio pone de manifiesto la importancia que tiene la previsibilidad y la estabilidad normativa en el desarrollo de distintas economías emergentes.
El trabajo presenta los hallazgos de los investigadores Sarah Hebous, Priyanka Kher y Thu Tran a través de gráficos como los que se recogen a continuación. Dichos recursos ponen de manifiesto el vínculo entre ofrecer un marco regulatorio estable y claro y captar un mayor nivel de inversión extranjera. Así, la entrada de capital foráneo es mayor allí donde el riesgo regulatorio es menor – y viceversa.
Los hallazgos de la investigación son coherentes con anteriores trabajos del Banco Mundial en los que ya se advertía de la relevancia que la estabilidad regulatoria en las decisiones de inversión de las empresas con actividad internacional, hasta el punto de que el marco regulatorio sería el tercer factor más relevante de todos, solamente por detrás de la estabilidad política y macroeconómica – y por delante de cuestiones como la capacitación laboral, los impuestos bajos, el tamaño de mercado o las infraestructuras.
