El 19 de junio, el PP andaluz, encabezado por Juanma Moreno, arrasó en las elecciones autonómicas, al cosechar un total de 58 escaños y consolidar la mayoría absoluta que auguraban las encuestas. Los resultados obtenidos por el PP en estas elecciones suponen un giro electoral y sociológico histórico en Andalucía, una comunidad que durante décadas ha sido el feudo tradicional del PSOE. Juanma Moreno ha sabido capitalizar sus cuatro años de presidente con un perfil moderado, que ha sido clave para conseguir apoyos de votantes de diferentes espectros ideológicos.
La anterior legislatura, de tres años de duración, ha estado marcado por una estrategia liberal, al estilo de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, en el que han primado las bajadas de impuestos y se ha combatido la hiperregulación. Así, a lo largos de estos tres años, el Ejecutivo andaluz ha puesto en marcha diferentes normativas dedicadas a la simplificación de trámites administrativos.
En 2019, aprobó un Decreto para agilizar la declaración de proyectos estratégicos, de los cuales ya se ha impulsado una decena de iniciativas privadas que movilizarán 3.400 millones de euros y generarán 9.500 empleos. Posteriormente, en 2020, se impulsó el primer Decreto-ley de Simplificación, que permitió la agilización de 21 leyes y 6 decretos, reduciendo o eliminando la burocracia asociada a 130 procedimientos legales y administrativos. Y, en diciembre de 2021, el Consejo de Gobierno aprobó un proyecto de Decreto-Ley que introdujo más de 300 medidas nuevas de simplificación y mejora de la regulación, que afectaron a unas 80 normas. Así, según explicó Juanma Moreno, Andalucía se convirtió en una región pionera a nivel estatal, afrontando una remodelación integral de sus procedimientos para adecuarse a las indicaciones de la Unión Europea.