La figura de los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo es uno de los aspectos que más flexibilidad aporta a la legislación laboral de España. Aunque el grado de rigidez del mercado de trabajo se redujo notablemente a raíz de la reforma de 2012, existen más de 7.000 normas vigentes en el campo laboral, motivo por el cual muchos expertos reclaman desde hace años el desarrollo de una nueva vuelta de tuerca que amplíe el alcance de la reforma laboral.
La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de permitir medidas de flexibilidad en el ámbito del trabajo. La figura de los ERTE, que finalmente se ha acordado ampliar hasta el 30 de sesptiembre, se ha convertido en un elemento clave para salvaguardar millones de puestos de trabajo. Vale la pena, pues, explorar los datos clave de este régimen especial.
¿Cuántos asalariados se han beneficiado?
Los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo afectaban en abril al 24% de los asalariados del régimen general de trabajadores, mientras que en mayo este porcentaje se había reducido al 21%. Esto significa que, en términos efectivos, el paro ha llegado a ser de 8,5 millones de personas en el peor momento de la crisis. De acuerdo con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, casi 3,5 millones de trabajadores y 500.000 empresas se han acogido a esta herramienta laboral.
¿Cuánto bajaría la afiliación sin los ERTE?
Según calcula FEDEA, los niveles de afiliación habrían caído casi un 20% de no haber sido por la aplicación de los ERTE. El mayor desplome se habría dado en la hostelería, con una corrección del 65% en la afiliación, seguida de las actividades artísticas y recreativas, donde el 55% de los trabajadores habría terminado en un escenario de paro. Otras ramas de actividad muy afectadas habrían sido la construcción y las actividades inmobiliarias o el transporte y almacenamiento.
¿Qué coste tendrán los ERTE?
Hasta ahora, su impacto presupuestario ha sido de 21.000 millones (entre cotizaciones y prestaciones). Teniendo en cuenta que la deuda ha subido en 30.000 millones, eso significa que dos de cada tres euros del esfuerzo adicional asumido por el Tesoro se ha ido a los ERTE. AIREF apunta a que la aplicación de los ERTE hasta el 30 de septiembre rondaría los 9.000 millones de euros, mientras que su prórroga hasta el 31 de diciembre elevaría esta factura hasta los 18.000 millones. Según el Instituto de Estudios Económicos, este segundo escenario sería el más deseable, puesto que ayudaría a mantener medio millón de empleos en pie.
¿Qué sectores concentran el gasto de los ERTE?
En mayo, los datos de FEDEA apuntan que los ERTE habrán supuesto un desembolso de casi 3.000 millones, de los cuales 400 estarán vinculados al sector de comidas y bebidas, 325 al comercio minorista, 245 al comercio mayorista y 200 millones al alojamiento. Con un peso algo menor aparecen la educación (185 millones) o la venta y reparación de vehículos (145 millones). Hostelería y comercio son el 40% del total.
¿Qué peso tienen los ERTE en otros países?
Esta figura ha sido desplegada en otras economías de nuestro entorno. España y Holanda han incluido en este régimen al 20% de sus asalariados, mientras que en Alemania ha sido el 25%, en Italia se ha llegado al 40% y en Francia se ha alcanzado el 45%. En millones de personas, esto supone que se han acogido a esta fórmula unos cinco millones de afiliados holandeses, casi nueve millones de italianos, cerca de 10 millones de alemanes y alrededor de 12 millones de franceses. En Estados Unidos, el 78% de los desempleados también apalabró con sus empresas una salida temporal, si bien el mecanismo estadounidense es mucho menos burocrático.
¿Qué opina Bruselas de este mecanismo?
Los ministros de Economía y Finanzas de la UE aprobaron a finales de mayo un fondo temporal de 100.000 millones para financiar los sistemas de protección temporal de empleos afectados por la pandemia. El programa denominado SURE cubrirá alrededor de 25.000 millones de gasto asociado a los ERTE.
