Competencia a partir de la inversión, no del precio. Este es el leitmotiv de las operadores de telecomunicaciones, que esta semana han levantado la voz para pedir una regulación más inteligente para poder competir con Estados Unidos.
“Si no cambia el modelo de regulación para las telecomunicaciones”, el sector será “difícilmente” sostenible, en palabras del presidente de Telefónica, Emilio Gayo, que ha recordado que mientras en Estados Unidos hay cuatro grandes operadoras de telefonía móvil y en China tres, el mercado europeo está ocupado por 450 compañías para “poblaciones y extensiones comparables”.
No resulta difícil entender la relación inversamente proporcional de estos escenarios empresariales con los bursátiles: mientras en los últimos 10 años en Europa ha caído la capitalización de estas compañías un 43%, en Estados Unidos ha subido un 71% y en Asia, un 13%.
Emilio Gayo es concluyente: “Algo pasa en Europa y hay que corregirlo”. De acuerdo con este directivo, los europeos estamos “perdiendo el tren en muchos sentidos”, y ha puesto un claro ejemplo para evidenciar el problema: de las 20 mayores compañías Tecnológicas de la Información y la Comunicación (TIC) solo una, la 18, es europea.
Por su parte, Antonio Coimbra, consejero delegado de Vodafone España, ha señalado la “oportunidad tremenda” que tiene España para liderar esa transformación digital tan necesaria, aunque para ello, ha recordado, “es necesario un entorno favorable a la inversión y no solo favorable a la recaudación”.
La clave, de acuerdo con Laurent Paillassot, consejero delegado de Orange en España, es que Europa no mantenga un mercado tan fragmentado como el actual, pues eso impide a los operadores unir fuerzas de cara a la inversión necesaria en el contexto 5G.