La aprobación de la Ley Estatal por el Derecho a la Vivienda por parte del Consejo de Ministros el pasado mes de octubre ha frenado el movimiento del mercado de arrendamiento en nuestro país. Según una encuesta publicada por el portal inmobiliario Idealista, el stock disponible de viviendas en alquiler que hubo en el mercado español durante el último trimestre de 2021 fue un 34% más bajo que en el mismo periodo de 2020. El mayor descenso es el sufrido en la provincia de Barcelona, donde el stock de alquileres ha descendido un 52%. Le siguen las bajadas de Girona (-43%), Baleares (-41%), Sevilla (-40%), Valencia y Madrid (-39% en ambas provincias).
Además, el índice medio de precios del alquiler, elaborado por Idealista, ha subido casi ocho puntos con respecto al trimestre anterior y las estimaciones de cierre en el mercado del alquiler han caído aproximadamente un punto. En concreto, de los 60,9 puntos de media en el número de alquileres, el índice del alquiler se frena hasta los 59,1 puntos. Además, el índice medio de precios del alquiler repunta casi ocho puntos porcentuales, hasta los 64,2 puntos, un dato que no se veía desde 2018.
A esta situación en la que la oferta de casas en vivienda disminuye, la demanda es cada vez mayor. Una reducción motivada por la falta de seguridad jurídica y por la limitación de precios en las zonas de mercado tensionado que contempla la futura ley de vivienda, cuya aprobación está prevista para el tercer trimestre de este año. A todo ello hay que sumarle la limitación en los precios del alquiler, aprobada mediante Real Decreto el pasado 30 de marzo para hacer frente a los efectos de la crisis de la guerra de Ucrania. Entre las acciones, el Ejecutivo establece que la renovación de los contratos se desvincula de la tasa del IPC hasta el 30 de junio, para dejarlo en una subida máxima del 2%.
Otra medida más intervencionista que no hace más que acrecentar la inestabilidad e inseguridad en el mercado de los arrendamientos y que justo puede provocar que muchos propietarios retiren sus viviendas del mercado y se reduzca, todavía más, la inversión.
