El excesivo peso de la economía sumergida es uno de los problemas estructurales que arrastra España, incluso en plena fase de expansión. Se estima que las actividades informales tienen un peso equivalente al 17% del PIB, lo que implica fuertes distorsiones para el mercado de trabajo, el crecimiento empresarial, la recaudación fiscal…
El Círculo de Empresarios ha publicado un informe que pone en relación la calidad regulatoria, medida por los Indicadores de Buen Gobierno del Banco Mundial, con el peso de la economía sumergida, tomado de los estudios del economista Friedrich Schneider. El resultado de esta correlación es concluyente: los países con mejor entorno regulatorio tienen una economía sumergida más baja, y viceversa.
Mirando al futuro, es fundamental que España aborde este debate y replantee su política regulatoria. Foro Regulación Inteligente trabaja para impulsar un marco normativo más simple y amable con el sector privado, lo que no sólo facilitaría el desarrollo de los negocios sino que también ayudaría a reducir la economía sumergida, aflorando actividades y empleos que hoy se desarrollan fuera de la legalidad.