El IVA aplicado a las bebidas edulcoradas pasará en España al 21% si se aprueban los Presupuestos Generales del Estado. El Instituto de Estudios Económicos ha publicado una nota de opinión en la que define esta medida fiscal como “un mal precedente para el debate tributario que puede sentar un precedente de malas prácticas en política fiscal, al contravenir los principios que deberían regir una fiscalidad inteligente y competitiva”.
Por otro lado, el informe del organismo que preside Íñigo Fernández de Mesa recuerda que, aunque el Gobierno espera que la subida se traslade al precio de estas bebidas, las empresas del sector pueden absorber el golpe reduciendo sus márgenes y asumiendo el encarecimiento a base de reducir sus gastos y costes. Aunque esto empobrece a toda la cadena de valor, el resultado final es que los consumidores no llegan a percibir una subida de precio y, en consecuencia, tampoco se produce un cambio en el consumo neto de calorías.
Además, el IEE recalca que la subida “incluye a las bebidas edulcoradas sin azúcar, que son el producto sustitutivo más cercano del refresco con azúcar. Tal oferta de producto contribuye a reducir las calorías consumidas sin alejar al consumidor del sabor esperado. Por lo tanto, al gravar del mismo modo a ambos tipos de bebida, se está dificultando la posibilidad de que los consumidores opten por una alternativa menos calórica“. La patronal del ramo, ANFABRA, estima que estas alternativas representan el 30% del sector.
En cualquier caso, más allá de estos argumentos vinculados al terreno de la salud pública, el IEE también subraya que, “en la delicada coyuntura actual, resulta particularmente gravoso y contraproducente llevar a cabo incrementos impositivos. Se trata de una medida que llega en el momento más inoportuno, debido a la recesión económica que acaece y que golpea de forma especialmente acentuada a los sectores más potencialmente afectados por esta medida, caso de la hostelería“. “Así, teniendo en cuenta que el sector aporta 71.000 empleos, el descenso del 12% de la producción que espera conseguir el gobierno supondría una destrucción cercana a los 8.500 puestos de trabajo“, explica el informe.
El IEE recuerda que esta subida impositiva contribuirá a “agravar la crisis de la hostelería, ya que una buena parte del sector de la restauración está sujeto al sistema de estimación objetiva o por módulos. En concreto, unos 60.000 establecimientos se verán afectados, porque una subida de este impuesto reducirá los márgenes de tales negocios debido al incremento de los costes de producción derivado del nuevo IVA anunciado para estas bebidas”.